Carta del Presidente del Directorio
La familia del
cliente nos importa
El terremoto del 16 de abril mostró la verdadera cara del Ecuador: por un lado la solidaridad de su gente con acciones de ayuda inmediata; y por otro la vulnerabilidad de la mayoría de la población ecuatoriana. El alto índice de consumo y la sensación de prosperidad de años anteriores se vinieron abajo frente a lo que es importante: vivienda sólida, acceso a salud y prevención de riesgos.
Ante esa tragedia, el Solidario trabajó con empeño y solidaridad para llegar a los colaboradores de la zona, a las familias de los clientes fallecidos, a los heridos y los más afectados; y para agilitar el acceso al seguro de daños y de vida contratado por muchos de ellos, beneficiándose más de 9000 clientes y sus familias.
Conscientes de que el crédito debe proveer no solo de capital de trabajo, activos fijos, bienes de consumo sino fundamentalmente mejoras en la calidad de vida familiar, el Solidario firmó un acuerdo con la Fundación Paraguaya para medir con un “semáforo” la situación integral de los clientes. La ruta está clara y hacia allá vamos para tener clientes prudentes y prósperos, y